LA CERA
Es una mezcla de sustancias producidas por las glándulas ceruminosas del conducto auditivo que tienen la misión de defenderlo contra los agentes externos (polvo, insectos, etcétera). La naturaleza ha previsto que los extractos epidérmicos del oído se muevan hacia el exterior desde la mitad de la membrana del tímpano. A lo largo de este recorrido se mezclan con grasas especiales producidas par las glándulas y entonces dejan el oído recubierto de cera. Si este "sistema de autolimpieza" deja de funcionar, puede formarse un tapón de cera que, si no se retira, puede causar molestias, irritaciones y hasta cerrar el conducto auditivo, así como una bajada de la audición, pruritos, pitos, zumbidos y hasta alteraciones momentáneas del equilibrio.

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HIGIENE PREVENTIVA
Según una encuesta realizada en más de 300 ambulatorios médicos, un gran número de personas tratan de eliminar el "tapón de cera" con una limpieza excesiva, utilizando métodos agresivos, como pueden ser los bastoncitos. Estos métodos pueden resultar peligrosos, porque a menudo la cera se empuja hacia adentro del conducto auricular, cerrándolo definitivamente y arriesgando la lesión de la sensibilísima membrana del tímpano, abriendo de esta manera el camino a microbios hacia el oído medio, que pueden provocar también graves infecciones.